Te diste cuenta que el Señor quiere habitar en lo más profundo de tu ser, de tu corazón.
Te diste cuenta que Él quiere llegar a tu corazón y encontrarlo abierto.
Si el mundo se cae a tu alrededor, Él quiere que extiendas tu mano, puedes estar seguro que su diestra ya esta extendida para levantarte y liberarte de la opresión.
Seguro estas al amparo del que todo lo puede, recuerda que nada es imposible para Dios (Lc 1.37).
Ten presente que si dices estar al servicio del Señor, es porque el Padre te atrajo a Él (Jn6.44).
Se sabio y da lugar a la escritura, recuerda que Jesús escucha tu oración, “Perdona el agravio a tu prójimo y entonces cuando ores, serán absueltos tus pecados.
Si un hombre mantiene su enojo contra otro, ¿Cómo pretende que el Señor lo sane? (Ecli 28, 2.3).
Si quieres ser salvo, no digas “voy a pagar mal por mal” espera en el Señor y Él te salvará (Prov 20,22).
Vive en Cristo y confórtate diariamente en su escritura, pelea el buen combate, pues esta escrito que el espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza (2tim 1,7).
Dale una sonrisa, dale un corazón dócil, empieza todos los días agradecido, dale lo mejor que tienes.
Elige bien tu camino, (Sal 1), y después di con vos potente “Vale más un día en tus atrios que mil en otra parte, yo prefiero el umbral de la casa de mi Dios antes que vivir entre malvados” (Sal, 11).
TE DISTE CUENTA, VIVIR EN JESÚS ES VIVIR EN PLENITUD, VIVIR SIN JESÚS ES VIVIR EN DESIERTO.
La paz y la bendición de Dios se derrame en tu vida
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