sábado, 27 de octubre de 2012
“DEN AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR, Y A DIOS LO QUE ES DE DIOS”
La vida del cristiano no es para nada fácil, “Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús ¡Te seguiré donde vayas! “¿no hemos dicho esto alguna vez?; Jesús le respondió: “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar su cabeza” (Lc 9,57)
Jesús le advierte que la vida en la Fe es una vida que va contra la corriente de este mundo.
“No me des ni pobreza, ni riqueza, dame la ración justa, no sea que al sentirme satisfecho, reniegue y diga ¿Quién es el Señor? O siendo pobre, me ponga a robar y atente contra el nombre de Dios”. (Prov 30,7.9).
¿Qué le pide hoy la gente que es como este mundo?, ¿Qué le pedimos hoy nosotros?
Jesús le dice a la persona que quiere seguirlo, que el mismo no tiene comodidades; acá el escritor inspirado del proverbio dice: no me des riqueza ni pobreza, solo mi ración justa.
La vida del cristiano es una vida de atesoramientos de bienes en el cielo, no en la tierra “Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a preguntarse: “¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha.” Y se dijo: “Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; come, bebe y date buena vida.” Pero Dios le dijo: “insensato, esta misma noche vas a morir. Lo que has acumulado, ¿para quién será?” Así será el que acumula riquezas para sí y no es rico ante los ojos de Dios.”(Lc 12, 13-21)
De que le sirvió las riquezas terrenales, aquí ya tuvo su recompensa, ¿Qué tendrá en el cielo?
Jesús te dice “Busca más bien su Reino, y lo demás se te dará por añadidura” (Lc 12, 31)
jueves, 26 de enero de 2012
CONQUISTA LA VIDA ETERNA
Te preguntaste alguna vez: ¿Creo en las promesas de Dios?, ¿Estoy haciendo las cosas bien en esta vida?, ¿Me llevara Jesús a la casa del padre? La Parábola del hombre rico y el pobre Lázaro, dan una idea de cómo puede ser nuestra morada en la eternidad, (Lc 16, 19) “En la casa de mi padre hay muchas habitaciones (Jn 14, 2) ¿Habrá una para mí? Recuerda: “No son los que me dicen: Señor, Señor los que entraran al Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre” (Mt 7, 21) Según la lectura, el hombre rico gozaba de los bienes terrenales y Lázaro solo pedía limosna en la puerta de su casa. El hombre rico no era malo por ser rico, sino por no tener misericordia del pobre Lázaro; Reflexión: el piso de la casa estaba lleno de comida tirada, mientras que el pobre no tenía nada. El hombre rico desoyó el consejo de la escritura “No te gloríes de la ropa que te cubre, ni te enorgullezcas en los días de gloria” (Eclo 11, 4) Cuando les llego su tiempo partieron, uno a la sepultura, “morada de los muertos”; Lázaro fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Al verse perdido el rico clama a Abrahán y este le responde: “Entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo de manera que los que quieran pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí” (Lc 16, 26) Ya era tarde para remediar su mala conducta, ¿será que no leyó el salmo?: “Por eso, no triunfaran los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos; porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal” (Sal 1, 5) “¡Ay del malvado, porque le ira mal, se le devolverá lo que hicieron sus manos!”(Is 3, 11) Esta parábola nos enseña a cuidar nuestra actitud presente, para así gozar de la gracia gratuita que el Señor nos ofrece. Trata de entrar por la puerta angosta y si así lo haces serás salvo; aprende con humildad como comportarte, no sea que te pase lo que a este rico le paso. Por eso querido hermano, reflexiona la Palabra de Dios y nunca te apartes de su Iglesia; que tendrá muchas fallas pero es la carpa del encuentro que Jesús fundo. ¡¡¡A, y volverá por ella!!! Que la bendición de Dios te cubra.
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