¿Tienes tus pies sobre la roca? ¿Te sientes seguro en el camino que has elegido? ¿Eres un buen servidor?
Preguntas que nos deberíamos hacer diariamente.
Pues si estas en el buen camino, confiesa con tus labios y tus acciones, “El Señor es mi pastor, nada me puede faltar” (Sal 22,1), “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿A quien temeré?” (Sal 27,1), dile en tu oración, todo lo pongo en tus manos, quiero serte útil mi Señor.
Si eres un buen servidor la prosperidad habitara en tu casa, “Sabrás que en tu carpa hay prosperidad, y cuando revises tu morada, nada faltará” (Job 5,24).
Ama sin medida al Señor pues esta escrito, Yo amo a los que me aman, y los que me buscan ardientemente, me encontrarán (Prov 8,17).
Preguntémonos ¿mi caminar es agradable a tu mirada?
Tu palabra me alimenta y bendice en mí caminar, ¿que más me hace falta?
Hay una pregunta que escrita esta y dice, “Cuando el Señor vuelva”, ¿encontrará fe sobre la tierra? (Lc 18,8)
Tu contéstale, yo tengo fe y escrito esta, “sin fe es imposible agradar a Dios” (heb 11,6).
Yo quiero agradar a mi Señor y si algún hermano me hace el mal recordaré “No digas Voy a pagar mal con mal, espera en el Señor y él te salvará” (Prov 20,22).
Recuerda las promesas y tu corazón se llenará de gozo; tus pies están seguros sobre la roca, NO TE OLVIDES.
La paz y la bendición de Dios se derrame en tu vida.
